Jaimito, “llovía” ¿qué tiempo es? – Un tiempo muy malo, profe.
Mamá, mamá aquí traigo las notas. -¿Quéééé? Estas notas son muy malas. Merecen un castigo. – ¡A que sí, mamá! Corre, ven contigo, sé dónde vive la profe.
-Paquito, ¿por qué has llegado tarde al cole hoy? – Mire, señorita, anoche soñé que viajaba a la India y como el viaje era muy largo, me desperté tarde. – ¿Y tú, Jaimito, por qué llegas tarde? – Pues, es que fui a buscar a Paquito al aeropuerto.
Mamá, mamá ¿me puedes dar 2 dólares para un pobre hombre que está gritando en la calle? – Toma Jaimito, ¡qué gran corazón tienes! ¿Y qué grita el pobre hombre? – Pues grita ¡HELADOS A 2 dólares!
– Jaimito, ¿cuál es el futuro del verbo bostezar? – Dormiré.
– Jaimito, ¿qué hacía Robin Hood? – Robar a los ricos. – ¿Por qué? – Porque a los pobres no podía quitarles nada.
– Jaimito, si digo «fui rica» es pasado, si digo «soy hermosa», ¿qué es? – Exceso de imaginación.
– Jaimito, ¿cuál es el masculino de oca? – Parchís.
– Jaimito, dime cinco animales de África. – Cinco elefantes, señorita.
– Jaimito conjuga el presente del indicativo del verbo caminar. – Yo camino…, tú caminas…, él camina… – Por favor, Jaimito, ¡más deprisa! – Nosotros corremos, vosotros corréis, ellos corren.
– Jaimito, la «M» con la «A». – «MA». – Ahora, repetido. – Mama. – Muy bien, pero con tilde. – Matilde.
– Jaimito, tu redacción «Mi perro» es exactamente igual que la de tu hermano. ¿La has copiado? – No, profe, es que tenemos el mismo perro.
– Jaimito, ¿por qué en invierno los días son más cortos y en verano más largos? – Porque el calor expande las cosas y el frío las contrae.
– Juanito, dime una palabra que tenga varias «oes». – Goloso. – Muy bien, ahora tú, Pablo. – Horroroso. – Muy bien, te toca, Jaimito. – ¡Gooooool!