– ¿Por qué vas dando palmas por la calle?
– Para espantar a los elefantes.
– Pero, ¡si no hay ninguno!
– ¡Claro! ¡Porque funciona!

– ¿Por qué vas dando palmas por la calle?
– Para espantar a los elefantes.
– Pero, ¡si no hay ninguno!
– ¡Claro! ¡Porque funciona!